El sellado de fisuras, también llamado sellado infantil, es un tratamiento preventivo muy eficaz para evitar la aparición de caries en los niños, que son tan propensos a esta enfermedad.
Aunque los niños tengan una buena higiene y se realicen revisiones periódicas, la propensión a desarrollar caries no desaparece. Además cuando las caries aparecen en los niñ@s se desarrollan de forma muchísimo más rápida que en adultos. Con lo cual sus consecuencias negativas, si no se tratan, aparecen rápidamente.
En qué consiste la técnica del sellado de fisuras
Se trata de poner una barrera para evitar que se acumulen bacterias en las piezas dentales donde las caries son más frecuentes: los premolares y molares.
Consiste en aplicar una delgada película de resina acrílica sobre la superficie masticatoria de los dientes posteriores, disminuyendo así su exposición a los ácidos y a la acumulación de bacterias.
Este tratamiento se realiza de forma rápida, sin anestesia y sus efectos duran varios años.
Cuándo conviene aplicar sellado infantil
Alrededor de los 6 años aparecen las primeras muelas y, en su superficie de masticación, tienen unas hendiduras profundas, denominadas fosas o fisuras.
Estas fisuras son tan estrechas que las cerdas de los cepillos de dientes no suelen alcanzar, lo cual dificulta mucho su correcta higiene. Ahí entran en escena los selladores, que actúan como barrera entre el diente y las bacterias.
Precisamente las caries suelen localizarse en los premolares y molares, piezas que durante la infancia se encuentran en pleno proceso de formación. Por este motivo son menos resistentes a la acción de los ácidos.
Poniendo el símil de un neumático de coche, los dientes definitivos cuando aparecen, tienen los surcos muy profundos. Con la edad y el uso se van desgastando hasta la edad adulta. Son esos surcos los que nos interesa proteger.
Para incrementar la resistencia de estos dientes frente al ataque de la caries, se recurre a la técnica del sellado de fisuras.
Beneficios del sellado infantil
Varios estudios indican que después de 4 años los molares sellados en niños de cinco a diez años de edad tenían una reducción de caries de más del 50% en comparación con los dientes en los que no se usaron selladores.
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